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AGRICULTURA URBANA

Concepto y definición

Las definiciones más comunes de agricultura urbana se basan en los siguientes determinantes                               

  • tipos de actividades económicas;

  • categorías y subcategorías de productos alimentarios/no alimentarios;

  • carácter intraurbano y periurbano de la ubicación;

  • tipos de áreas donde se la practica;

  • tipos de sistemas de producción;

  • destino del producto y escala de la producción.

Actividades Económicas

La mayoría de definiciones se refieren a la fase de producción de la agricultura; las definiciones más recientes añaden el procesamiento y el comercio y las interacciones entre estas fases. En la agricultura urbana, la producción y el mercadeo (y también el procesamiento) suelen estar más interrelacionados en el tiempo y en el espacio, gracias a una mayor cercanía geográfica y un flujo de recursos más rápido.

Categorías de Productos

Las definiciones  pueden hacer hincapié sobre la producción de alimentos para el consumo, ya sea humano o animal. Además, se hace una diferencia entre el tipo de cultivo (grano, raíz, vegetal, hierbas aromáticas y medicinales, plantas ornamentales, árboles y cultivos frutales) y tipos de animales (aves, conejos, cabras, ovejas, ganado vacuno, cerdos, cuyes, peces, etc.). Dentro de la categoría de alimentos, las definiciones insisten claramente en los vegetales y productos animales y derivados de más fácil  descomposición y de un valor relativamente elevado. La exclusión de la categoría no alimentaria del concepto general de agricultura urbana truncaría lo que entendemos por agricultura urbana en general.

Ubicación

El elemento UBICACIÓN es la causa más grande de conflicto. Pocos estudios realizan una verdadera distinción entre los sitios intra y peri-urbanos, o si lo hacen usan criterios muy variados. Los que sí detectan una diferencia han usado como criterios para la agricultura intraurbana el número de habitantes, densidad mínima, límites oficiales de la ciudad (Gumbo & Ndiripo 1996, Murray 1997), límites municipales de la ciudad (Maxwell & Armar- Klemesu 1998), uso agrícola de la tierra zonificada para otra actividad (Mbiba 1994), la agricultura dentro de la competencia legal y reglamentaria de las autoridades urbanas(Aldington 1997).  Para la agricultura peri-urbana, la definición del sitio es más problemática. Los sitios periurbanos están en contacto más estrecho con las áreas rurales y suelen sufrir, a lo largo de un determinado período de tiempo, cambios agrícolas más dramáticos que los sitios más céntricos y las partes construidas de la ciudad.

Diversos autores han tratado de trazar el límite externo del área peri-urbana, identificando por ejemplo zonas urbanas, suburbanas y peri-urbanas en relación a su porcentaje de edificaciones e infraestructura vial y espacios abiertos por km2 (Losada et al. 1998).Otros usan la distancia máxima entre el centro de la ciudad y las fincas que pueden abastecer bienes de fácil descomposición a la ciudad de forma cotidiana (Moustier, 1998), o el área hacia la cual las personas que viven dentro de los límites administrativos de la ciudad pueden desplazarse para dedicarse a actividades agrícolas. (Lourenço-Lindell, 1995).

Tipos de Areas. Los criterios usados para tipificar estas áreas varían de un autor a otro: el sitio con respecto de la residencia (en la parcela o fuera de ella), nivel de desarrollo del sitio (construido o baldío),modalidad de tenencia/usufructo del sitio (cesión, arrendamiento, compartido, autorizado mediante acuerdo personal o no autorizado, derecho consuetudinario o transacción comercial) y la categoría oficial de uso del suelo del sector donde se practica la agricultura urbana (residencial, industrial, institucional, etc.).

Destino del ProductoLa mayoría de definiciones abarcan la producción agrícola tanto para autoconsumo como para algún tipo de comercio. Generalmente ambos destinos son definidos en diverso grado por los productores o los hogares estudiados. Las recientes investigaciones económicas han sido dirigidas a la producción específica orientada al mercado (exportación) y nos han ayudado a entender mejor el desempeño económico de la AU y sus ventajas comparativas en relación con otras fuentes de abastecimiento, tanto desde el punto de vista del productor como del consumidor. 

Sistema de Producción y Escala de Producción

Pocas definiciones incluyen o excluyen claramente a priori tipos específicos de sistemas de producción. Generalmente, el esfuerzo investigativo se ha centrado en micro, pequeñas y medianas empresas individuales/ familiares, en oposición a las empresas de gran escala, nacionales o transnacionales.

La conexión con el ecosistema urbano

Al referirse a estas dimensiones de la agricultura urbana, la mayoría de autores la define sólo en términos generales Muy pocas veces los estudios usan sus hallazgos para refinar el concepto de agricultura urbana vigente en ese momento (Mbiba 1998) o para analizar cómo este concepto se relaciona con otros conceptos del desarrollo. (ver Figura 2).

Hasta ahora, una característica notable de las definiciones es que muy pocas contrastan la agricultura urbana con la rural, y menos las implicaciones que la una tiene sobre la otra. En efecto, todos los elementos que revisamos anteriormente, excepto el del sitio, se pueden aplicar por igual a la agricultura rural; no son suficientes para diferenciar a la AU y justificar la necesidad de conocimientos, “know-how” y políticas específicas.

La característica principal de la AU que la distingue de la agricultura rural es su integración en el sistema económico y ecológico urbano (en adelante denominado “ecosistema”). No es su ubicación urbana lo que distingue a la AU de la agricultura rural, sino el hecho de que está integrada e interactúa con el ecosistema urbano. Esta integración con el ecosistema urbano no es captada en la mayoría de las definiciones del concepto de AU, y menos aún desarrollada en términos operativos.Aunque la naturaleza de las ciudades y de los sistemas urbanos de abastecimiento de alimentos ha cambiado, la necesidad de la AU de interactuar adecuadamente con el resto de la ciudad, por una parte, y con la producción rural y las importaciones, por otra parte, sigue siendo tan cierta hoy como hace miles de años.

El principio de la integración de la agricultura al ecosistema urbano nos permite reconocer tres tipos de situaciones, o relaciones, relativas al grado en que la agricultura encontrada en la ciudad está efectivamente integrada al organismo urbano.

Una primera relación es que, en cualquier ciudad determinada y en cualquier momentodeterminado, encontramos agricultura que es de carácter rural, peri-urbano e intraurbano, las tres interactúan y se complementan mutuamente en diverso grado. Varios estudios ejemplifican el principio de la integración por medio de comparaciones entre actividades intraurbanas, peri-urbanas y rurales. Se ha comprobado que la AU complementa la agricultura rural en términos de autoconsumo, flujos de mercadeo y flujos de abastecimiento de mercados.

Una segunda relación es que, en cualquier momento determinado, en diferentes ciudades de diferente tamaño o complejidad, la agricultura dentro de la ciudad será más de tipo urbano en los centros más grandes que en los más pequeños. Las pruebas sistemáticas de esta relación siguen siendo más limitadas que para la primera. Un estudio en ciudades de Kenya demuestra además que la intensidad y la productividad aumentan según el tamaño de la ciudad; de igual modo, el uso de insumos orgánicos y de redes de intercambio o comercio aumenta con el tamaño de la ciudad (Lee-Smith, 1998).

La tercera relación es que, en cualquier ciudad determinada y en un período de tiempo dado, durante el proceso de urbanización, la agricultura de tipo urbano crecerá como porcentaje de toda la agricultura que se encuentra en dicha ciudad.Tenemos ciertas evidencias sacadas de tendencias comprobadas a lo largo de varios años con sistemas y áreas específicas de Dar Es Salaam, Dakar,Hong Kong y Cagayan de Oro, donde los sistemas de AU en parcelas se han reducido, intensificado o especializado, y las actividades agrícolas marginales han sido sustituidas por otras más rentables, combinándose cada vez más con usos no agrícolas del suelo, siempre que no hayan sido reubicadas. Shanghai es un ejemplo de algunos de estos procesos corrientes, pues sistemas que ocupan extensos lotes de tierra (para la producción de vegetales y animales) se están desplazando hacia las afueras, y la producción dentro de los límites de la ciudad se está volviendo más eficiente para generar cosechas más abundantes, mano de obra más productiva y añadir más valor a los productos (Yi-Zhang Cai1999).

En las tres relaciones, la agricultura se hará más urbana, o se integrará más al ecosistema urbano, por medio de una serie de procesos que se acumulan en el tiempo y son más numerosos en los centros urbanos más grandes.

De los solares a las terrazas...
La agricultura urbana y periurbana (AUP) se lleva a cabo dentro de los límites o en los alrededores de las ciudades de todo el mundo e incluye los productos de las actividades agropecuarias, pesqueras y forestales, así como los servicios ecológicos que proporcionan. Con frecuencia, en una sola ciudad y cerca de ella existen múltiples sistemas agrícolas y hortícolas
Se entiende por agricultura urbana y periurbana las prácticas agrícolas, dentro de las ciudades y en torno a ellas. La agricultura urbana se realiza en pequeñas superficies (por ejemplo, solares, huertos, márgenes, terrazas, recipientes) situadas dentro de una ciudad y destinadas a la producción de cultivos y la cría de ganado menor o vacas lecheras para el consumo propio o para la venta en mercados de los alrededores.
La agricultura periurbana se refiere a unidades agrícolas cercanas a una ciudad que explotan intensivamente granjas comerciales o semicomerciales para cultivar hortalizas y otros productos hortícolas, criar pollos y otros animales, y producir leche y huevos.

  

La seguridad alimentaria y agricultura urbana.

Muchas ciudades de Asia y Africa probablemente duplicarán sus poblaciones dentro de una década. El número de consumidores urbanos de bajos ingresos también aumenta. La seguridad alimentaria de éstos depende no solamente de sus ingresos sino también del nivel y estabilidad del costo de acceso a los alimentos, así como de la variedad y calidad de los alimentos de que dispongan.

     Una forma muy efectiva de preocuparse por su seguridad alimentaria, es mediante el mejoramiento en la eficiencia de todas las actividades que proveen de alimentos a las ciudades y de su distribución en las áreas urbanas: acopio, embalaje, almacenamiento, transporte, procesamiento, ventas al por mayor y al por menor y ventas ambulantes. 
    

 

Se estima que unos 800 millones de habitantes de ciudades de todo el mundo participan en actividades relacionadas con la AUP que generan ingresos y producen alimentos. Una combinación de datos de censos nacionales, encuestas por hogares y proyectos de investigación señalan que hasta dos tercios de los hogares urbanos y periurbanos participan en la agricultura. Una gran parte de los productos de la agricultura urbana se destinan al consumo propio, mientras que los excedentes ocasionales se venden en el mercado local.  El cultivo se lleva a cabo en zonas del centro de la ciudad, en espacios en forma de cuña, en los corredores de salida de las ciudades y en la periferia. Un estudio sobre la agricultura urbana en Nairobi indicó que el 32 por ciento de las tierras destinadas al cultivo eran terrenos residenciales privados, el 29 por ciento estaban situadas al borde de las carreteras, el 16 por ciento a lo largo de las orillas de los ríos y el 16 por ciento en otras zonas de propiedad pública.

 

El crecimiento de la AUP se debe en parte a su adaptabilidad y movilidad en comparación con la agricultura rural. A medida que las ciudades se expanden físicamente, las fronteras entre actividades urbanas, periurbanas y rurales se desvanecen y confunden, creando así oportunidades y riesgos 

 

Fuente: FAO


Alimentos inocuos y nutritivos. La AUP puede contribuir a la seguridad alimentaria en muchas formas. Aumenta la cantidad de alimentos disponibles para los pobres de las zonas urbanas y aumenta el grado de frescura de los alimentos perecederos que llegan a los consumidores urbanos, incrementando la variedad general y el valor nutritivo de los alimentos disponibles . 

 

La AUP ofrece también oportunidades de empleo productivo en un sector donde los obstáculos al ingreso tienen poca importancia. La producción hortícola y pecuaria intensiva que prospera en las zonas periurbanas emplea mano de obra y produce productos con alto valor añadido que previsiblemente generarán ingresos y rendimientos razonables. En particular, la producción pecuaria periurbana de carácter comercial es un sector en rápido crecimiento que representa el 34 por ciento de la producción total de carne y casi el 70 por ciento de la producción de huevos en todo el mundo. Este sector ha incrementado las actividades de elaboración de alimentos en las zonas periurbanas. 

 

Eficiencia agrícola de los productores. La horticultura, consistente sobre todo en la producción de hortalizas, ha crecido en las ciudades y en torno a ellas en muchos países en desarrollo. La gran diversidad de especies utilizadas en la horticultura permite obtener productos, empleo e ingresos durante todo el año. Los cultivadores se han percatado de que es posible practicar la horticultura intensiva en pequeñas parcelas, si se hace un uso eficiente de los recursos limitados de agua y tierra.

 

Las especies hortícolas tienen un rendimiento potencial considerable y pueden dar hasta 50 kg de productos frescos por metro cuadrado al año, según la tecnología aplicada. Además, debido a su breve ciclo, permiten responder rápidamente a las necesidades urgentes de alimentos (diversas especies pueden recogerse de 60 a 90 días después de sembrarlas). Las hortalizas de hoja proporcionan ganancias rápidas para cubrir las necesidades diarias de efectivo de la familia con el fin de comprar alimentos. Dado que son productos especialmente perecederos, las pérdidas postcosecha pueden reducirse considerablemente cuando la producción está emplazada cerca del lugar de consumo.

 

Los productores urbanos pueden lograr una eficiencia real empleando con fines productivos recursos insuficientemente utilizados, como terrenos baldíos, aguas residuales tratadas, desechos reciclados y mano de obra desempleada. La productividad puede ser hasta 15 veces superior a la producción por acre de la agricultura rural, aunque los rendimientos se resienten a menudo por el uso de insumos inferiores o insuficientes, la utilización de variedades deficientemente adaptadas, una ordenación insatisfactoria del agua y la falta de conocimientos agrícolas.

Los agricultores urbanos suelen utilizar técnicas de elaboración y almacenamiento que requieren pocos insumos. Se estima que más del 90 por ciento de los hogares dedicados a la agricultura urbana conservan y almacenan también parte de su producción. Sin embargo, en el caso de las ventas al mercado, incluso de alimentos callejeros, las cantidades que pueden producirse y entregarse sin una infraestructura de transporte, distribución y comercialización tienen límites.

 

Agricultura Urbana: Gestión Territorial y Planificación Física

En América Latina el número de personas que cada día duermen con hambre aumentó en un 20%, alcanzando los 65 millones de personas. Alimentar a toda la población es un reto al que las ciudades deben responder. 

Los pobres gastan entre el 40 y 60% de sus escasos ingresos en alimentación y casi un 15% en gastos de salud y medicinas. La producción de plantas medicinales y productos derivados como infusiones, extractos y esencias facilita acceso a la salud de los/as más pobres y excluidos/as.

Sólo el 2% de los residuos que producen nuestras ciudades son tratados adecuadamente.  Millares de metros cúbicos de aguas residuales son desperdiciados o tratados a un costo elevado. Sin embargo, pueden transformarse en excelentes fuentes de abono, agua para riego y un complemento alimenticio para los animales. 

La Agricultura Urbana (AU) genera empleos cuyo costo de inversión es muy bajo en relación a los costos estimados para otros sectores productivos. Crear empleo en AU cuesta menos de 500 dólares, y su inversión puede ser recuperada con micro-créditos.

 La agricultura urbana, peri-urbana y rural municipal, considerando la cría de animales, cultivos, pesca, fruticultura, transformación y comercialización de productos, ocupa en la ciudad una gran variedad de espacios, por lo general, sin mucha reglamentación. La incorporación de la dimensión espacial en los planes de desarrollo y en la normativa municipal es necesaria para conciliar las exigencias del crecimiento urbano con  actividades de gran valor económico y social. La ciudad no asfaltada, productiva o potencialmente productiva, no se limita a los huertos comunitarios o jardines privados. Las márgenes de los ríos y vías, parques, terrenos no edificables debajo de las líneas de alta tensión o alrededor de los rellenos sanitarios, ocupan una parte importante del territorio municipal. Para poder planificar y valorizar esos espacios, es necesario aprender a leerlos y evaluar su potencial con instrumentos adecuados de gestión.

 1. Acciones para definir una política de gestión territorial.Inicialmente, es importante contar con un diagnóstico de la situación existente, formar una comisión municipal y hacer una consulta pública. 

Diagnóstico de la situación existente

El diagnóstico debe insistir sobre el estatuto de propiedad y ocupación de los espacios cultivados y cultivables, las reservas de tierra y el perfil de los actores involucrados.Además debe incluir una tipología e identificación de espacios existentes y potenciales (superficies y costos), tal como sucedió en Santo André (Brasil).

 Comisión (intra) municipal. Debe ser creada dentro del gobierno local,  invitando a las direcciones, secretarías y unidades descentralizadas del municipio. En la medida de lo  posible, el debate debe ser abierto a los organismos responsables a nivel nacional. Se  recomienda:

a) hacer reformas de la estructura municipal para incorporar la dimensión espacial de la AU.

b) integrar la política territorial a las políticas sectoriales del municipio, como la gestión de residuos, agua y el desarrollo económico. 

Consulta pública. a partir de los diagnósticos y trabajos de una comisión municipal, se propone la elaboración de un primer borrador de política, que deberá ser sometido a una consulta pública. La política debe abarcar varios elementos: el marco normativo, el marco legal y los instrumentos de planificación y gestión. Las propuestas deberán incorporar losaportes de los/as productores/as y comerciantes junto a la sociedad civil. Al final de la consulta, la política deberá aprobarse en el Concejo Municipal.

 2. El marco normativo

Se debe considerar la inserción de la AU tanto en los planes de desarrollo, de ordenamiento y sectoriales:

 Introducir la dimensión AU en los planes de ordenamiento territorial

Dichos planes deben ser analizados para poder introducir espacios para la agricultura, la pesca, la cría de animales, la forestación, etc.

 Introducir la dimensión AU en los planes de ordenamiento parciales

Los planes de uso del suelo no solamente deben existir a nivel del territorio municipal sino también, a nivel de planes de mejoramiento barrial, de nuevas urbanizaciones, de planes parciales de desarrollo y de renovación urbana, introduciendo elementos de micro planificación que dejen marcados los espacios potencialmente cultivables.

Normativa municipal para el ordenamiento territorial

La normativa para elaborar los planes parciales o  municipales hace parte integral de una política municipal. Debe insertarse dentro de los sistemas jurídicos de cada país y definir:  

  • Zonificación urbana, peri-urbana, rural municipal. La zonificación urbana, peri-urbana, rural-municipal permite adecuar la normativa a las exigencias del crecimiento urbano.
  • Reglas y normas para distritos o zonas agrícolas. Estos distritos, similares a los distritos industriales, por lo general no hacen parte de los marcos normativos. Deben ser diseñados para facilitar una producción intensiva, con aguas residuales tratadas y espacios integrados para transformar, almacenar y comercializar. Su gestión puede ser pública, condominial o privada.
  • Normas para nuevas urbanizaciones y renovación urbana. Igualmente, se debe reservar un porcentaje de terreno para el cultivo, elaborando reglas de fondo de lotes, densidad, etc. que consideren el uso mixto de terrenos (residenciales y agrícolas por ejemplo). En este sentido las experiencias adquiridas a nivel de barrios jardines, como en Goiana (Brasil), o ciudades jardines pueden ser aprovechadas.
  • Normas para los parques y los espacios públicos. Los municipios deben reservar un porcentaje de espacios de parques municipales o barriales para el cultivo, y definir el tipo de especies permitidas.

 

3. Definición de un marco jurídico legal facilitador

Junto a las normas relativas al espacio urbano, una serie de leyes y regulaciones deben ser aprobadas por los Concejos Municipales. El aspecto central de un marco facilitador, es permitir el acceso al suelo cultivable o a aguas productivas (para piscicultura) asegurando su tenencia. Estudios demuestran que éste es el principal obstáculo para el desarrollo de la AU  afectando particularmente a las mujeres. La seguridad de la tenencia de la tierra no significa automáticamente la propiedad de la misma. Tanto en la región como a nivel internacional existe un importante cúmulo de soluciones legales que otorgan garantías permanentes o temporales a las personas que cultivan. 

Emisión de títulos de Concesión Temporaria de Uso (CTU)

La seguridad de la tenencia puede tomar la forma de espacios institucionales y públicos renovables, por períodos de 8 a 10 años. Las CTU tienen la ventaja de permitir inversiones y modernizaciones por parte de los/as agricultores/as (por ejemplo para frutales) y permiten al poder público disponer de un instrumento claro de cambio de uso en función de  las necesidades del crecimiento urbano y del bien público.  Entre el período 1998-2001, la Municipalidad de Teresina (Brasil) concesionó por un tiempo indefinido 92 Ha. de terrenos municipales e institucionales a unas 2.300 familias pobres (quienes no poseen terreno propio y no tienen un empleo fijo). 

Garantía de tenencia privadas, condominiales o cooperativas

Existe un gran número de instrumentos legales en las ciudades de la región para garantizar tenencias privadas, condominiales o cooperativas como derecho de uso, "usucapião" (título de propiedad), comodatos, concesiones, etc. Sin embargo, la utilización de estos recursos legales para la AU es muy limitada. 

Definición de impuestos territoriales y de exención fiscal

Reglas fiscales deben ser decididas para tener una base de implantación municipal (impuesto territorial) accesibles a los/as agricultores/as urbanos/as pobres. También tiene que introducir reglas de exención fiscal o concesiones de tierras públicas a precio simbólico. Los valores de los impuestos y exenciones son un instrumento importante para promover una política territorial urbana incluyente.En Brasil, varios Municipios aplican una exención parcial de impuestos para propiedades urbanas usadas para la producción agrícola y forestal. Las propiedades afectadas están siendo identificadas y clasificadas.

 Tarifas de aguas residuales para uso agrícola

Los usos y tarifas de las aguas residuales tratadas también deben ser reglamentadas. Bien utilizadas, estas aguas representan un recurso permanente e indispensable para mejorar la producción agrícola.

 4. Instrumentos de planificación y de gestión

Los instrumentos siguientes permiten implementar los marcos legales y normativos antes mencionados.

 Catastros de terrenos y espacios cultivados (incluyendo espacios acuáticos)

En la medida de lo posible, deben utilizarse Sistemas de Información Geográfica (SIG) para obtener registros y mejorar el monitoreo de la evolución del uso del suelo, siendo la base de un sistema fiscal transparente. En México DF (México), se aplicó el SIG como paso previo a ladefinición de una política territorial.  

Mesas de concertación o comisiones mixtas de AU

Compuestas de diversos actores sociales, productores/as y representantes del poder público, las mesas constituyen un espacio plural que permite particular la política a las exigencias de cada actor. Igualmente representan la base institucional para monitorear la política acordada y encontrar soluciones a potenciales conflictos de interés.

 Observatorios del precio del suelo municipal

Son un instrumento útil para monitorear la dimensión económica del Plan Territorial registrando la evolución del precio del suelo urbano y la rentabilidad del suelo agrícola. Estos datos son imprescindibles para definir políticas fiscales y económicas municipales.


Cierto apoyo en forma de microcrédito para almacenamiento y refrigeración podría aumentar considerablemente los ingresos de los agricultores urbanos y mejorar la inocuidad de los alimentos que expenden los vendedores callejeros, quienes se sirven en gran medida de la producción alimentaria urbana y periurbana. 

 

Sostenibilidad del medio ambiente urbano. Los sistemas de producción agrícola en zonas urbanas y periurbanas pueden plantearle riesgos a la salud y el medio ambiente. Estos riesgos son resultado de un uso inadecuado o excesivo de insumos agrícolas (plaguicidas, nitrógeno, materia orgánica sin tratar que contenga residuos nocivos), que pueden llegar, por lixiviación o escorrentía, a fuentes de agua potable; contaminación microbiana del suelo y el agua; y contaminación atmosférica. En particular, las hortalizas de hoja pueden contaminarse como consecuencia de un uso excesivo de productos químicos pulverizados, y los métodos intensivos de producción pecuaria pueden ocasionar enfermedades zoonóticas y problemas de salud pública veterinaria.

 

Las aguas residuales recicladas y tratadas constituyen la fuente de agua más viable para la agricultura urbana y periurbana. La FAO ha estimado que los efluentes de aguas residuales de origen doméstico, sometidos a un tratamiento adecuado con miras a su reutilización agrícola, podrían aportar todo el nitrógeno y gran parte del fósforo y el potasio normalmente necesarios para la producción agrícola. A veces se utilizan como fertilizantes desechos líquidos sin tratar (purines de cerdos, aguas de inodoro) o desechos semitratados. Con frecuencia se emplea estiércol sin tratar de pollos y ganado vacuno para aumentar la fertilidad y mejorar la estructura del suelo. Estas prácticas entrañan cierto riesgo para la salud, pero cuando se aplican correctamente es posible reducir al mínimo ese riesgo.

 

El principal peligro de la utilización de aguas residuales es la contaminación de los alimentos con microorganismos patógenos y la aparición de enfermedades transmitidas por el agua. El uso de aguas negras no tratadas o tratadas de modo inadecuado con fines de riego lleva asociado un alto riesgo de infección con helmintos y un riesgo entre medio y bajo de infección con bacterias entéricas y virus. En general, la información disponible indica que los efectos negativos sobre la salud sólo constituyen un problema cuando se utilizan para el riego aguas residuales brutas o insuficientemente tratadas.

 

Otro caso de riesgo para la calidad del agua es el que plantea la acuicultura intensiva en zonas periurbanas. La intensificación implica una mayor utilización de agua para recirculación, piensos comerciales y medicamentos (antibióticos, bacteriostáticos). El exceso de nutrientes y materia orgánica favorece una proliferación de microorganismos que da lugar a la eutrofización al reducir el oxígeno disuelto en los sistemas hídricos.

 

Otro problema importante para la viabilidad de la AUP es la disponibilidad de tierras. La amenaza de perder el acceso a sus parcelas y de verse obligados a suspender sus actividades productivas se cierne sobre muchos agricultores urbanos de ambos sexos. En muchas zonas, la incapacidad de los hogares no agrícolas para acceder a la tierra en las ciudades es la principal razón que se aduce para no practicar la agricultura. Con todo, una de las paradojas de la AUP es que al parecer se realizan inversiones agrícolas considerables en tierras cuya tenencia es muy insegura. Un mercado adecuado para los productos agrícolas garantiza ganancias elevadas a corto plazo y hace que los riesgos de la inversión agrícola sean aceptables incluso en tierras inseguras ocupadas ilegalmente, arrendadas a corto plazo o sujetas a otros regímenes precarios.  

 

 

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2005.  CEDTAL
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